1. Impactos económicos y ambiental del uso de nuevos
materiales.
Un ejemplo que todos conocemos es el petróleo. La economía mundial se ha vuelto dependiente de esta materia prima, pero al ritmo de extracción actual, no tardará en agotarse. Muchas de las necesidades que en la actualidad se encuentran cubiertas por el petróleo podrían ser satisfechas con productos agropecuarios como el biodiesel y el bioetanol. Sin embargo, el impacto medioambiental sería aún mayor que el provocado por la industria petrolífera.
El uso de nuevos materiales no solo
acarrea consecuencias económicas y ecológicas, también están las consecuencias
políticas y sociales. Existen multitud de conflictos causantes de terribles
tragedias originadas por los intereses económicos de una minoría poderosa.
La mayor parte de estas tragedias se dan en África, ya que es el continente en el que se encuentra la mayor reserva mundial de recursos minerales como el oro, el uranio, el cromo, el aluminio, el níquel, etc. Los países europeos permitieron que los países africanos se independizaran, pero siguen siendo víctimas de una explotación denominada neocolonialismo.
El neocolonialismo es el control
indirecto que ejercen las antiguas potencias coloniales sobre sus antiguas
colonias o, en sentido amplio, los Estados hegemónicos sobre los
subdesarrollados. Estos países no disfrutan de una independencia plena, sino
que están sometidos a los dictados culturales, políticos, lingüísticos y,
especialmente, económicos, de otro.
El uso de nuevos materiales acarrea
numerosos problemas económicos y sociales, pero es que además sus efectos sobre
el medio ambiente no tardarán en notarse. Esto, se han convertido en un
problema gravísimo por dos motivos:
- Los aparatos electrónicos son artefactos muy
complejos cuyos componentes son muy difíciles de separar.
- Algunos de los materiales son enormemente nocivos
para la salud y si no son adecuadamente tratados pueden difundirse por
tierra, mar y aire.
Los componentes más peligrosos de la
chatarra electrónica son:
- Plomo: su ingesta puede causar trastornos neuronales y
dañar los riñones y el aparato reproductor. Si se inhala, los pulmones se
verán seriamente afectados.
- PVC: si se incinera se liberan a la atmósfera
sustancias llamadas dioxinas, éstas son tan tóxicas que se empleó como
arma química en guerras.
- Bromo: los materiales compuestos principalmente de
bromo provocan alteraciones en el crecimiento y malformaciones fetales.
- Bario: una exposición prolongada de este a dosis
elevadas, puede causar varias alteraciones orgánicas.
- Cromo: aumenta el riesgo de cáncer de pulmón y puede
dañar el hígado y los riñones.
- Mercurio: causa deficiencias cerebrales
y hepáticas, especialmente en fetos y lactantes, ya que puede pasar a la
leche materna.
- Berilio: es altamente cancerígeno.
- Cadmio: una exposición prolongada de este puede dañar
seriamente los riñones y los huesos.
Estos residuos no deben mezclarse con la basura normal. Se han dispuesto emplazamientos de recogida selectiva: los puntos limpios. En ellos se depositan aquellos desperdicios que necesitan un adecuado procesamiento; en estos lugares es donde tenemos que tirar nuestra basura tecnológica. Todo esto no garantiza una solución completa pues aunque la mayor parte de los componentes de estos materiales son reciclables, su proceso de reciclado resulta muy costoso
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